Es indudable y fácilmente contrastable con un vistazo del panorama general y los movimientos del mercado que estamos en plena economía de aglomeración y concentración de sectores. Traducción: unos pocos están comprando mucho.

El capital viene presentándose en fondos cada vez más organizados y especializados.

Por fortuna, en general más reglados, controlados y regulados. Y por supuesto, muy profesionalizados y con alto nivel de exigencia y gran precisión en sus objetivos e intereses.

Por otra parte, la parte emprendedora y empresarial sigue mostrándose muy variada y con diversidad de perfiles y planteamientos y, sobre todo, con disparidad en cuanto a la madurez y capacidad de sus proyectos y de su talento.

La labor de scouting, engagement, conexión de ese capital y esas iniciativas es algo que se va extendiendo en la práctica de los servicios profesionales como un servicio de “corporate” que en realidad puede y debe ir más allá del corporate.

El elemento esencial y clave de este servicio es la credibilidad, esto es, la garantía de que proyecto empresarial y fondo pueden encajar y hacer un “match” adecuado por identidad, filosofía, visión, condiciones y posibilidades. 

Hay infinidad de proyectos y cada vez más inversores y por eso la diferenciación y la conexión pasa por identificar lo que cada uno quiere, busca y lo que pueden aportarse y a la vez hacia donde pueden ir juntos.

Desmontemos ideas erróneas o desfasadas

Presentación inversor.
  • Tener un power point de una idea no es tener un proyecto susceptible de inversión. Una idea no es lo mismo que un proyecto. La idea puede ser el principio de un proyecto o de un plan. 
  • Los fondos y los inversores analizan los detalles de cualquier iniciativa y tienen exigentes procesos de análisis y auditoría.
  • No valen todos los fondos para cualquier proyecto, ni cualquier proyecto para cualquier fondo. Cada vez hay más especialización en los fondos por sectores y actividades.
  • Cada vez hay más fondos que miran más allá de la rentabilidad, y buscan otros impactos.
  • Cada vez hay más emprendedores que miran algo más que el capital para elegir u optar por un fondo.
  • No es imprescindible que tu empresa y proyecto ya esté facturando, pero siempre es mejor.
  • Tu activo principal, tu conocimiento, tu innovación… debe estar debidamente protegida y acreditada y representar una verdadera solución y respuesta.
  • El emprendedor debe saber defender y presentar su proyecto y tenerlo organizado en términos de marketing, de estrategia, jurídicamente, de proyecciones económicas y necesidades de inversión…

Ambas partes deben trabajar en esa credibilidad y acreditación.

  • Los emprendedores y empresarios deben preguntarse y explicar con claridad y buena estructura, y demostrando solvencia sobre: qué hacen y qué ofrecen y solucionan con su producto o servicio y cuánto cuesta hacerlo; cómo lo hacen y qué los distingue de la competencia; cuánto se paga o se puede pagar por ello en el mercado. La capacidad de responder con calidad, honestidad y fundamentación será una ventaja definitiva.
  • Los fondos e inversores: deben cuestionarse sobre lo que quieren, sus valores y también sus elementos diferenciales y de especialización sobre otros; y porqué su capital puede aportar más valor en los proyectos que elijan que otros inversores. Y todo ello hacerlo de forma operativa, ágil y proporcionada y con cierto equilibrio.

Estamos en una etapa donde hay grandes oportunidades para construir corporaciones y compañías con sentido y de dar nuevo sentido a las empresas a partir de ensamblar capital y talento e iniciativas, y el nexo también debe estar revestido de valores y de impacto positivo, de personalidad y de identidad y sobre todo amparado en la autenticidad y el rigor de todos.

Argot de los propio de los Fondos de Inversión.

Argot en transacciones con fondos de inversión. Capital inversor y emprendedores.

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